Cómo hacer cambio de régimen fiscal en el SAT: guía paso a paso

Muchas personas empiezan un negocio sin revisar si están dadas de alta en el régimen fiscal adecuado. Esto se vuelve un problema cuando llegan las declaraciones fiscales, las deducciones no aplican o el SAT impone sanciones. Si tu situación fiscal ya no corresponde con lo que haces hoy, te conviene hacer el cambio.

En 2024, el SAT reportó que existen más de 37 millones de personas físicas registradas, y una parte de ellas no ha actualizado su régimen conforme a sus actividades actuales. En este post te contamos cómo hacer el cambio de régimen fiscal, en qué casos te conviene hacerlo y qué errores comunes tienes que evitar.

¿Cómo hacer el cambio de régimen fiscal?

Hacer el cambio de régimen fiscal en el SAT es un trámite que puedes realizar en línea desde el portal oficial. Estos son los pasos que debes seguir:

1. Ingresa al portal del SAT

Pantalla de sección de Trámites y servicios en portal del SAT
Pantalla de inicio de sesión en portal del SAT

2. Selecciona el nuevo régimen fiscal

  • Elige el régimen que corresponde a tu situación actual. Por ejemplo, pasar de RIF a RESICO o de persona física con actividad empresarial a servicios profesionales.
  • Ingresa los datos correspondientes como el grupo al que pertenece tu actividad económica actual, cuál es la actividad y cómo la realizas.
  • Confirma la información presionando el botón de “Aceptar”.

3. Confirma y guarda el acuse

  • Revisa la vista preliminar de toda la información ingresada y si todo está correcto, presiona “Guardar datos del cuestionario”. En caso de que no, haz clic en “Reiniciar cuestionario
  • Presiona en “Confirmar” en la ventana emergente que notifica que ha concluido la captura de información.
  • Guarda el acuse de actualización de situación fiscal que se genera. 

4. Actualiza tu operación después del cambio de régimen fiscal

  • Configura de nuevo tu sistema de facturación o software contable.
  • Ajusta tu contabilidad electrónica y declaraciones.
  • Asegúrate de que tu contador conozca el nuevo régimen para evitar errores. 
Pasos para el cambio de régimen fiscal en México: ingresar al SAT, elegir régimen, guardar acuse y actualizar facturación

¿Cuáles son los requisitos para realizar el cambio de régimen fiscal?

Para que el cambio de régimen fiscal se registre correctamente en el SAT, es necesario cumplir con una serie de requisitos básicos. Estos son los que debes cumplir:

  • Tener tu firma electrónica vigente:  la e.firma es indispensable para validar el trámite. Si está vencida, agenda una cita en el SAT para renovarla.
  • Estar al día con tus obligaciones fiscales: no tener adeudos pendientes o declaraciones omitidas facilita la aceptación del cambio.
  • Elegir si hacer el trámite en línea o presencial: puedes hacerlo en el portal del SAT o acudir a una oficina si prefieres atención personal.
  • Tener tu RFC activo y documento de identificación oficial: ambos son necesarios para autenticar tu solicitud.

Antes de iniciar el trámite en el SAT, asegúrate de tener tu e.firma vigente y tu contraseña activa. Si la perdiste, recupérala en línea con la e.firma; en caso de que esté vencida, agenda tu cita en el portal, de lo contrario el sistema rechazará la solicitud.

¿Qué implica el cambio de régimen fiscal en el SAT?

Hacer el cambio de régimen fiscal implica actualizar la forma en que estás registrado ante el SAT. Este cambio incide en tus obligaciones fiscales, en las deducciones que puedes aplicar y en el tipo de comprobantes que necesitas emitir.

Cuando realizas este trámite, el SAT actualiza de manera automática distintos aspectos de tu perfil, como:

  • Las declaraciones que debes presentar de forma mensual o anual.
  • El porcentaje de impuestos que corresponde pagar según tu nuevo régimen.
  • El tratamiento fiscal que aplica a tu actividad económica (gastos, ingresos y  deducciones).

¿Cuáles son los tipos de régimen fiscal en México?

En México existen distintos regímenes fiscales, y elegir el correcto define la forma en que facturas, las deducciones que puedes aplicar y las declaraciones que debes presentar. Aquí te mostramos los principales regímenes fiscales para personas físicas:

1. Régimen Simplificado de Confianza (RESICO)

Este régimen fue creado en 2022 como una alternativa para personas físicas con ingresos de hasta 3,5 millones de pesos al año. El SAT lo diseñó para atraer a más contribuyentes a la formalidad, ofreciendo tasas de ISR bajas que van del 1% al 2,5% sobre los ingresos facturados.

El RESICO facilita el cumplimiento porque las declaraciones se generan con base en la facturación electrónica que ya está en el portal del SAT, reduciendo el tiempo que normalmente se invierte en la parte administrativa. Según datos del propio SAT, este régimen se ha convertido en uno de los más usados por personas físicas.

¿Para quién es ideal el RESICO?

  • Personas con pequeños negocios que venden productos o servicios de forma constante.
  • Freelancers que trabajan por su cuenta y desean pagar impuestos con un esquema práctico.
  • Prestadores de servicios profesionales como diseñadores, programadores, consultores o médicos que buscan un sistema con menos carga administrativa.
  • Emprendedores con ingresos moderados que prefieren pagar una tasa reducida en lugar de manejar amplias deducciones.

2. Actividad empresarial

El régimen de actividad empresarial es uno de los más utilizados por las personas físicas que tienen negocios propios. Aplica a quienes se dedican a la compraventa de bienes, producción, transformación o prestación de servicios que no entran en otras categorías específicas.

A diferencia del RESICO, aquí sí se permite deducir una amplia gama de gastos relacionados con la operación, como la compra de inventario, el pago de servicios, el arrendamiento de locales e inversiones en maquinaria.

¿Para quién es ideal el régimen de actividad empresarial?

  • Comerciantes que compran y venden productos de manera constante.
  • Empresas familiares que requieren deducir gastos como renta de locales, nómina y servicios.
  • Negocios con inventarios altos que necesitan reflejar compras y movimientos en su contabilidad.
  • Emprendedores en crecimiento que buscan aprovechar deducciones para optimizar su carga fiscal.

Si no perteneces a otros esquemas como el RESICO o el régimen de actividades empresariales, te interesa saber sobre el régimen fiscal 612.

3. Servicios profesionales

El régimen de servicios profesionales está enfocado en quienes trabajan de forma independiente ofreciendo sus conocimientos o habilidades a clientes. Aquí entran consultores, abogados, médicos, diseñadores, contadores, programadores y, en general, cualquier persona que presta servicios personales sin relación laboral.

Una de sus principales ventajas es la posibilidad de deducir todos los gastos indispensables para ejercer la profesión: renta de oficina, pago de internet y luz, compra de equipo de cómputo, licencias de software, cursos de actualización o colegiaturas en asociaciones profesionales.

¿Para quién es ideal el régimen de servicios profesionales?

  • Consultores y asesores que trabajan por su cuenta en distintas áreas de negocio.
  • Profesionales de la salud como médicos, psicólogos o dentistas que atienden de manera independiente.
  • Creativos y especialistas como diseñadores, programadores, arquitectos o fotógrafos.

4. Régimen de Incorporación Fiscal (RIF)

El Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) fue diseñado para pequeños contribuyentes que no superan los 2 millones de pesos en ingresos anuales. Su objetivo principal era impulsar la formalización de negocios pequeños mediante incentivos fiscales.

Aunque muchos contribuyentes han migrado al RESICO por las bajas tasas de ISR, todavía hay negocios que se mantienen en este régimen, sobre todo aquellos inscritos previamente.

¿Para quién es ideal el RIF?

  • Pequeños comercios locales como misceláneas, tiendas de abarrotes o papelerías.
  • Emprendedores en etapa inicial que buscan facilidades para pagar menos impuestos durante los primeros años.
  • Negocios familiares con ingresos reducidos que se manejan de manera informal y desean formalizarse con incentivos.
  • Prestadores de servicios básicos (plomeros, carpinteros, electricistas) que tienen ingresos bajos y regulares.

5. Sueldos y salarios

El régimen de sueldos y salarios o régimen fiscal 605 aplica a quienes reciben ingresos directamente de un empleador mediante la nómina. En este esquema, es el patrón quien retiene el ISR y el IVA correspondiente (cuando aplica) y se encarga de informarlo al SAT.

Esto significa que el trabajador no tiene que presentar declaraciones mensuales ni llevar la contabilidad de sus ingresos formalmente. Solo tiene obligación de presentar la declaración anual en casos específicos, como cuando tiene más de un patrón.

¿Para quién es ideal el régimen de sueldos y salarios?

  • Trabajadores con contrato laboral que reciben su pago vía nómina.
  • Personas con ingresos estables que no tienen actividades empresariales o profesionales adicionales.
  • Empleados con un solo patrón que desean un esquema sin obligaciones fiscales mensuales.
  • Colaboradores que cuentan con prestaciones como aguinaldo, vacaciones o seguridad social, y cuyos impuestos ya son retenidos automáticamente.

Comparativa entre regímenes fiscales para personas físicas

Régimen fiscal¿Para quién aplica?BeneficiosObligaciones principales
RESICOPersonas físicas con ingresos menores a 3.5 millones de pesosISR del 1 al 2.5%, trámite sencilloEmitir CFDI, presentar pagos mensuales y anual
Actividad empresarialComerciantes, negocios propiosAmplias deducciones, control de inventariosDeclaraciones provisionales, IVA, contabilidad electrónica
Servicios profesionalesProfesionistas independientesDeducciones de gastos relacionados con la actividadPagos provisionales de ISR e IVA, facturación por honorarios
RIFNegocios pequeños con ingresos menores a 2 millones de pesosReducción de ISR durante los primeros 10 añosDeclaraciones bimestrales, actualización al rebasar ingresos
Sueldos y salariosPersonas contratadas por un patrónEl patrón paga impuestos, menos trámites para el trabajadorPresentar declaración anual en algunos casos

¿En qué casos es necesario hacer un cambio de régimen fiscal?

Después de revisar los distintos tipos de régimen, surge la pregunta: ¿cuándo es momento de ajustar tu situación ante el SAT? Cambiar el régimen fiscal para personas físicas influye en la forma de facturar y en el cálculo de tus impuestos. 

Estos son los casos en lo que amerita cambiar el régimen fiscal en el SAT:

  • Cuando aumentan tus ingresos: si tus ventas o servicios crecen y rebasas el límite de ingresos permitido en tu régimen actual, el SAT te solicitará actualizar tu registro.
  •  Cuando cambias el tipo de actividad laboral: pasar de ser freelance a tener una empresa, abrir un local o ampliar tus servicios requiere un régimen que contemple esas nuevas operaciones.
  • Cuando lo recomienda tu contador o una auditoría del SAT: muchas veces es el propio especialista quien detecta que tu esquema ya no corresponde a la realidad de tu negocio, o la autoridad lo señala en una revisión.

Ejemplo práctico  

Imagina a un diseñador gráfico que comenzó como freelancer y tributaba en RESICO. Con el tiempo abrió su propio estudio, contrató personal y empezó a manejar inventarios de equipos. En ese punto, migrar al régimen de actividad empresarial fue lo más lógico para mantener el orden fiscal y aprovechar deducciones.

Aprende cómo hacer el cambio de RIF a RESICO en nuestra guía paso a paso.

Cuándo hacer un cambio de régimen fiscal: aumento de ingresos, cambio de actividades, recomendación profesional o auditoría

¿Qué errores debes evitar al hacer el cambio de régimen fiscal?

Aunque el trámite de cambio de régimen fiscal puede hacerse en línea desde el portal de SAT, muchos contribuyentes cometen errores que después cuestan tiempo y dinero. Así que evitarlos es tan importante como cumplir con los requisitos.

Al realizar este trámite, estos son los errores más comunes que debes evitar:

  • No consultar a un contador: tomar la decisión sin asesoría puede llevarte a elegir un régimen que no corresponde a tu actividad o ingresos.
  • Hacer el cambio sin conocer las obligaciones: cada régimen implica distintas declaraciones y deducciones; pasar de uno a otro sin entenderlo complica tu contabilidad.
  • No actualizar el sistema de facturación: si tus CFDI siguen configurados con el régimen anterior, el SAT detectará inconsistencias. Por ejemplo, tus facturas podrían ser rechazadas y tendrías que rehacerlas.
  • No notificar a tus clientes: cuando trabajas con empresas que validan tus facturas, tienes que avisar para evitar rechazos de tus comprobantes.

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El cambio de régimen fiscal es un trámite sencillo que puedes realizar en línea o de manera presencial, pero lo más importante es identificar qué régimen fiscal se ajusta a tu situación y elegir el momento adecuado para hacer la actualización. Así, evitas retrasos, gastos innecesarios o sanciones del SAT.

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